sábado, 25 de enero de 2014

PSICOLOGÍA INFANTIL

JUEGO, JUGUETE Y SOCIEDAD

¿Qué es el juego?
        El ser humano practica ciertas actividades durante toda su vida que le sirven de distracción, relajamiento o entretenimiento de otras más serias, como las laborales.
        En el niño, el juego abarca toda su vida, forma parte de sus intereses y se convierte en necesidad. El juego infantil es un medio de aprendizaje espontáneo, de ejercitación intelectual, física, social y moral.
 
¿Cuándo aparece el juego?
        Toda actividad es juego durante los primeros meses de vida, exceptuando la nutrición y emociones como el miedo o la cólera.
 
        Ya en el segundo o tercer mes de vida, el niño ejercita ciertas actividades por el placer que le causan: balanceos, juegos con las manos, etc. El niño aprende a conocer el mundo que le rodea a través del juego.
¿Por qué juegan los niños?
 


El juego es algo innato, surge instintivamente para responder a las necesidades infantiles de actividad y aprendizaje.
A medida que se desarrolla el niño, sus juegos evolucionan, adecuándose así a sus necesidades intelectuales, afectivas y físicas. El juego es parte de su desarrollo armónico, y por tanto, de la configuración de su personalidad presente y futura.
 
 
¿Cómo es el juego infantil?
 
 
  • Es una actividad voluntaria, que le absorbe totalmente.
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  • Placentero.
  • No tiene otra finalidad que él mismo.

  • Es una forma de expresión del yo: le da confianza y seguridad, así como equilibrio interno al poder exteriorizar sus emociones y sentimientos.

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  • Aprendizaje y experimentación con la realidad, con su mundo y sus relaciones sociales.

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    ¿Jugar solo o acompañado?
    Ambos son de interés educativo. El niño debe saber jugar solo, saber qué hacer por sí mismo. Al no intervenir otro, puede desarrollar su actividad más libremente, según su interés. Pero el niño también debe aprender a jugar con otros, porque debe desarrollar su capacidad de relacionarse y auto-controlarse.
     
    En un principio, el niño juega solo, hasta que va apareciendo un primer intercambio lúdico con la figura materna, en el que se sientan las bases de su mundo afectivo futuro. Este juego grupal, en el que cada vez van interviniendo más compañeros, es fundamental ya que le va a permitir adaptarse a la sociedad y a la realidad, a desenvolverse con los otros.

    Cuando jugar es peligroso...

            Los adultos estamos inmersos, a menudo sin darnos cuenta, en el laberinto del consumo. A veces necesitamos un gran control sobre nuestras cabezas y bolsillos para resistirnos a consumir lo más nuevo, lo “mejor” del mercado. La publicidad se ha convertido en un nuevo arte que seduce, atrapa, crea necesidades.
            En esta rueda consumista van a parar los niños ya desde el primer pañal. Padres e hijo “alucinan” ante juguetes actuales, la mayor parte mecanizados, con completas instrucciones, y muy sofisticados.
            Este desbordamiento publicitario a que se somete a los niños, continuamente bombardeados por las últimas novedades de la temporada es altamente nocivo para ellos. Todavía no tienen desarrollado un mínimo espíritu crítico con el que defenderse de las continuas influencias que reciben. Tengamos cuidado con los juguetes que fomentan la agresividad, la competencia malsana, la violencia, la desigualdad entre los sexos...

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